Los negros de Guinea trajeron a la ciudad de Cartagena la danza erótica del mapalé, un baile realmente seductor por los agitados movimientos que se fundamentan en saltos, caídas y enfrentamientos entre hombres y mujeres que bailan por separado.
El nombre de este baile afrocolombiano tiene una particularidad, puesto que le fue otorgado a un pez de mar por los fuertes movimientos que hace.